La práctica de tomar mate proviene de comunidades indígenas guaraníes que habitan el Paraguay y otras zonas de Argentina, Brasil y Bolivia. Su consumo se extendió gracias a sus virtudes energéticas y vigorizantes, convirtiéndose en la infusión por excelencia de la Patagonia. Se sirve en contenedores en su mayoría confeccionados artesanalmente: los hay de calabazos, de madera, de metal, de plata, revestidos en cuero y con otros materiales que le permiten a la infusión expresar sus sabores de madera distinta.

 

En el contexto del Día del Patrimonio, la Red de Museos Aysén junto al Museo del Mate abren la convocatoria fotográfica “Un mate en Aysén es”, con el fin de acompañar y recordar desde la cuarentena preventiva aquellas tradiciones que nos han permitido fortalecer vínculos comunitarios. En esta convocatoria se busca recopilar fotos en las siguientes categorías: tomando mate 'en solitario' y la foto de la colección de mates más inspiradora de la Región de Aysén. Si bien el mate es un hábito y práctica cultural que nos identifica, la actual coyuntura a causa del Covid-19 nos lleva a cuidar esta tradición optando por consumir el mate de forma individual, evitando  contagios por el virus.

​

Para participar, las imágenes debían enviarse al Facebook o Instagram de la Red de Museos Aysén (@redmuseosaysen) o al correo museodelmatelblanco@gmail.com junto a una breve descripción, indicando nombre, rut, teléfono y localidad. El concurso está dirigido a los habitantes de la Región de Aysén.

​

Criterios de selección:

​

Las fotografías demuestran preparación y nos cuentan una historia. Se puede observar que hay un trabajo previo de elección de escenario, vestimenta y/o del lugar, disposición de los elementos presentes con un sentido y son variados. Existe también representación de un momento o expresión de un mensaje claro, así como una descripción que nos informa acerca de la experiencia de tomar mate.

 

Las fotografías muestran elementos representativos de la identidad regional y de la Patagonia. Se destacan aquellos trabajos, momentos y elementos relacionados con la forma de vivir de los/as primeros/as pobladores/as libres, así como las nuevas maneras de abordar la tradición por las juventudes. La presencia de personas con más experiencia es memoria viva de una cultura que resiste a lo largo de los años. También se considera el retrato geográfico de los diversos paisajes presentes en los territorios.