Las primeras monedas utilizadas en Chile fueron traídas por los conquistadores españoles desde el Perú y Bolivia. Antes, los pueblos originarios de Aysén realizaban intercambios simbólicos, mientras sociedades tribales como los mapuches utilizaban el trueque como forma de intercambio económico. Las primeras monedas chilenas surgieron luego del proceso de Independencia de la corona española y eran fabricadas en La Casa de Moneda, que desde 1743 funciona en este rubro.